Un viaje a nuestro interior: Un taller de Escritura Terapéutica
Escribir sobre nuestros pensamientos y emociones es un recurso terapéutico simple pero potente.
Una herramienta fácil y efectiva que podemos concretar con dos objetos totalmente asequibles: lápiz y papel.
James Pennebaker, es un referente de las investigaciones sobre los efectos terapéuticos de la escritura, lleva más de treinta años investigándolo. Los resultados indican que el ejercicio de escribir puede aportar importantes beneficios.
Nos brinda la oportunidad de poder acceder a nuestro innato potencial creativo, así como a descubrir nuestras emociones y pautas de pensamiento más inconscientes. Con esto se ayuda a reducir el estrés mental, reforzar la autoestima e incluso fortalecer el sistema inmunológico.
Se pueden conseguir beneficios tanto a nivel psicológico como a nivel físico. La escritura se puede llevar a cabo como complemento dentro de un proceso terapéutico o como una herramienta de autoayuda sin intervención psicológica.
Soy una terapeuta que insiste mucho en la importancia del escribir y registrar (incluso regalo un cuaderno) para tareas y actividades de escritura terapéutica como también para invitar dando la posibilidad de contar con un diario. Se busca tener un espacio de introspección. Proporciona un mayor compromiso respecto al propio proceso, en la propuesta y consecución de metas.
Una primera lista de recomendaciones (listas, otra cosa que hacemos en el taller) es la siguiente:
Preparar un cuaderno lo suficientemente grande como para ir incluyendo tus anotaciones, fotos, cartas (que no se envían), recuerdos, dibujos, y lo que vos quieras. El cuaderno lo podes comprar (actualmente hay mucha variedad) o lo podes hacer con hojas lisas anillándolo o armando una carpeta.
No buscamos armar una obra de arte, pero si queremos darnos la oportunidad de expresar, liberar lo que llevamos dentro y prepararnos algo lindo o agradable porque lo estaremos usando a diario.
Necesitamos encontrar un momento en que podamos sentarnos a escribir sin interrupciones (¡fundamental apagar la televisión y si podemos avisar que nos vamos a aislar un rato, mejor!).
Si te interesa pasar a ver el programa del taller, ya podés verlo haciendo click acá.
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