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Tres pasos de Berns para una Vida Feliz


Sam Berns sólo vivió 18 años, pero se aseguró de que su paso por la Tierra valiera la pena. Cada aspecto de su vida estuvo lleno de intención y ganas de cambiar el mundo. Víctima de una rara enfermedad llamada progeria, este niño sufría de envejecimiento prematuro, sabía que su cuerpo no duraría tanto y por eso se enfocó en hacer sus sueños realidad mientras estaba vivo.

Él mismo realizó su testimonio de vida y su filosofía para una vida feliz; tres pasos que Berns estableció como fundamentales para mantenerse positivo y vivir pleno sin importar qué obstáculos encontraran en su día a día.

Sus dos padres, prestigiosos pediatras estadounidenses, conocieron el diagnóstico de Sam antes de que cumpliera dos años y dedicaron gran parte de su carrera a la investigación científica y el desarrollo de una cura para esta extraña enfermedad que solamente afecta a cerca de 350 jóvenes y niños alrededor del mundo.

El crecimiento de Sam no fue como el de los demás niños de su edad, pero tanto sus padres como él lucharon porque el pequeño permaneciera rodeado de otros niños y se desenvolviera entre ellos como cualquier otro. A pesar de que Berns sufría de envejecimiento prematuro, problemas en la piel, afecciones respiratorias y enfermedades cardiacas, nunca se le oía quejarse o sentir pena por su condición. Todo lo contrario, Sam era un niño optimista, seguro de que los sueños se pueden alcanzar si luchas lo suficiente.

Rápidamente descubrió que las personas a su alrededor caían con facilidad en la queja y el reclamo. Muy pocos se sentían satisfechos o afortunados con lo que tenían y eso hizo que Sam se preguntara «¿Por qué estos seres humanos que lo tienen todo no alcanzan la felicidad, y yo que debería sentirme mal por estar enfermo soy absolutamente feliz?». La respuesta que él mismo le dio a este cuestionamiento fue lo que le permitió desarrollar su filosofía para una vida feliz. Según él, hay tres aspectos fundamentales que cimientan una vida feliz y a los que cualquiera, sin importar sus difíciles circunstancias, puede acceder:

(Lo podes ver en el video, lo cuenta él mismo o leerlo abajo)

1. Acepta lo que no puedes cambiar y enfócate en lo que sí puedes.

Detenerte a pensar en lo desdichado que eres por situaciones o condiciones que te toca vivir o no puedes cambiar, es el primer paso para construir una vida triste. Si en lugar de pensar en todo lo que te hace falta o cada obstáculo que se te presenta, te enfocaras en crear nuevas oportunidades para trasformar las dificultades en oportunidades, empezarías a ser más feliz. Para Sam eso estaba claro. Pensar en las limitaciones que su enfermedad le imponía era un desgaste y una pérdida de tiempo. En lugar de ello, siempre estaba imaginando cómo podía superar sus dificultades e inventar la manera de acceder a eso que el mundo le estaba negando.

Por ejemplo, soñaba con tocar el tambor militar de la banda de guerra de su colegio, pero debido al gran peso de los tambores y su poco peso corporal, le era imposible. En lugar de lamentarse, Sam trabajó arduamente junto a un ingeniero para diseñar un tambor de 3 kilos, adaptado a sus medidas y peso. El siguiente partido, tocó junto a la banda como siempre había soñado.

2. Rodéate de gente que te hace bien.

Sólo cuando te rodeas de personas maravillosas, capaces de ver lo que hay en tu interior, eres feliz. No busques contactarte con personas que quieren brillar porque opacan tu luz, ni entres en competencias malsanas que no te llevan a ninguna parte. Lo que realmente nutre el alma de los seres humanos son los momentos memorables que pasa junto a quienes ama. No aplaces tu felicidad, búscala cerca de quienes te hacen bien.

3. Siempre continúa avanzando.

Sam sabía que tener un proyecto en marcha era una forma de mantenerse activo y construír nuevas ilusiones y expectativas. Mirar hacia adelante es la clave para catapultar tus sueños a la realidad. Para él era fundamental levantarse cada mañana y enfocarse en sus pequeños y grandes proyectos; sentía que con cada elección que hacía podía estar cambiando el mundo y eso le daba el suficiente combustible a su vida para ser feliz.

Este testimonio de vida es un ejemplo para todos y una fuente de inspiración que nos hace sentir que todo es posible cuando se actúa con un espíritu dispuesto y lleno de entusiasmo. La próxima vez que quieras lamentarte por lo que te ha tocado en la vida, recuerda a Sam, si él podía enfocarse en lo positivo y transformar sus circunstancias para lograr lo que se proponía, tú también puedes.

Fuente: Hollywoodreporter y https://genial.guru/


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